Por aquí en la ciudad

La ciudad, 

Actual habitat.
El escenario inertemente vivo, mi adicción al vicio citadino, la complejidad entramada en economía, política y sociedad que dan posibilidad a lo que llamamos vida dentro del núcleo expansivo en la mesa comestible del urbanismo. Así son las páginas de un libro cuando lees e imaginas los detalles ambiguos y notorios a la sensibilidad, mi objetivo: los detalles, los colores, luces y sombras, los chicles en las banquetas, las aves callejeras en busca de oasis natural como interpretes de música ambiental y que aveces ya escasean, seguido por autos, gente, personas, voces, motores, texturas al caminar, miles de diseños de rejas de metal, moda, personajes que interpretan sus cortos o largometrajes como yo una habitante más. 
Me encuentro seres que imagino ¿cómo nos observarán? detrás de su domesticada y salvaje vida natural, sus miradas e interacción de amistad con las personas, ellos perros, gatos, aves, que cruzan mi diario pasar. 
El tiempo, vaya que el tiempo es un factor determinante, el coordinador principal, el inicio el final, la mañana, el despertar, la noche, dormir soñar en la ciudad es distinto a soñar en el mar, el campo o hasta en otra ciudad, la ciudad con su efecto de iluminación perfecto en cada escena vinculado con iluminación artificial y ahí es cuando logras captar la escena ideal con una de mis mejores compañeras: una cámara fotográfica.
Busco, escucho, leo, observo, pienso, imagino, sonrío todo está ahí tan rápido y lento regido por el tiempo, detenido por mi pensamiento pero avanza tan deprisa como el viento.
La mejor sensación de libertad es elevar la mirada al cielo, esa sensación de mareo, inmensidad simpleza y complejidad, distancia y paz, presión y perfección, es el mar en la ciudad.
Los días avanzan y siempre hay algo que hacer especial para recordar ese día y no verle partir así nada más, permear esa huella, esa esencia, ese aroma, esa presencia en esta compleja y simple realidad.
Y no es lo mismo cualquier ciudad, cada una es un universo diverso, complejo como un libro nuevo al hojear, tenemos personajes, seres, miles de metáforas legibles a nuestra sensibilidad en la magnitud de nuestro múltiple universo fractal, todo tiene una secuencia armónica, desde el más desperfecto espacio socialmente desordenado hasta el más imperfecto espacio socialmente ordenado. 
Hay miles de lecturas que redactar, en un tiempo donde las teclas imprimen palabras que integran frases y declaran, donde la fibra óptica y las cadena de ADN tecnológica nos dá la posibilidad de conectarnos, sin límites, sin voces, sin fronteras donde hemos perdido muchas veces la identidad y el tiempo para crear,  aquí es donde habitamos y expresamos, nos ubicamos. Amo el vivir, leer, viajar, observar, escuchar, imaginar, pensar y crear, dormir y despertar, el aquí y el ahora, el atrás y el delante, el mañana, lo que vendrá, cuando todo lo que piensas se hace realidad, el pasado y su bondad es la mejor escuela para aprender a actuar.

Después tenemos el refugio, hay que parar en el hogar, donde se desnuda la mente, donde podemos descansar, no existir o existir "on line"/"off line". 
12:33 momento de descansar.